Perorata de domingo


Me siento frente a mi computadora a escribir, pero no sé de qué. Es uno de esos días en los que las ideas no terminan de salir de mi cabeza.

¿Sobre qué escribo? Es un lindo domingo de primavera con 20 grados de temperatura y un solcito que hace crecer las rosas de la única planta que tengo en mi balcón. Leo que murió Mercedes Sosa. Internet está cargado de videos de “La Negra”, todos dicen “gracias a la vida”, se lamentan como si la hubieran conocido. Eso sólo lo logran los grandes, los importantes. Lo mismo pasó con Michael Jackson y Benedetti, todos lloraron.

Escucho en la radio una canción de Ricardo Montaner, Volver. Pienso en escribir sobre la canción, o mejor sobre la telenovela de la que es tema principal. No, mejor sobre el actor de la telenovela que es pareja de Cecilia Roth. No, mejor sobre ella y su actuación en una serie de televisión, o sobre sus películas. Almodóvar, cine español, las madres, la locura. Caigo en temas recurrentes.

Vuelvo a la radio, habla el locutor y hace una cuña, Alto Palermo y la revista Shop sortean un viaje a Margarita. Los argentinos viajan a Margarita, es bueno que conozcan una playa caribeña. Puedo escribir sobre playas, la Península de Paraguaná, sus costas vírgenes en el Cabo de San Román. Escribir sobre los viajes, de cuando una se hizo pupú en la carpa, de cuando a otro lo rozó una aguamala y le dolió mucho, se orinó encima. Las playas de noche. Alguien me envió un video de Coldplay, Yellow, con el mensaje “recuerdo las noches en la playa”. La música, la playa. Puedo escribir sobre noches que parecen eternas con gente que parece eterna, sobre los amores eternos. No. Los amores no son eternos. Sólo algunos, el cine, la música, los libros, los hijos, supongo. La familia.

Algo sobre la familia, sobre la que tengo, maravillosa; sobre la que quiero tener, inconclusa. Sobre los cuentos inconclusos que quiero publicar, que no son míos. Escribir sobre lo que no es mío sino de otros, sobre algunos hombres que no son míos y son de otras. Mejor no. Puedo escribir sobre hombres, en general. Sobre su manera de mirar, sobre sus piernas pesadas y sus pelos grasosos, o sobre cómo hacen creer a algunas mujeres que les pertenecen. No. Hablar de hombres no es original.

Puedo escribir sobre cualquier cosa, mientras se queman las arepas del desayuno y sigo pensando sobre qué escribir. Pienso, pienso: la muerte, la música, el cine, la playa, los hombres, los temas recurrentes. Mi vida recurrente y las ideas absurdas en mi cabeza.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

yo no debería// but the tentation. //escribir no es un verbo. es un estado de inconsciencia iluminado de flashes recurrentes, de dimensiones y efectos disparados, una observación prismática interna
que hacer ver el entorno todo de una forma radicalmente diferente a los mortales comunes. escribir son mil expresiones exteriores desde una sola interior. airclown.

Milagro Haack dijo...

Hola Adriana.
Lo cotidiano y el estado de ánimo es la puntualidad en este escrito. "Todas la cosas ya fueron dichas, pero como nadie escucha es preciso comenzar de nuevo". André Gide. La regeneración de la palabra o el decir con autenticidad, con estilo, que se reconozca el sello personal, eso es uno de los polos. Mostrar estados de ánimo, y transmitir una sensación, en primera persona es válido. Lo importante es la anécdota, qué le queda al lector. En este escrito, vas de lo tibio a lo frío. Pero sabiendo que tu fuerte en este oficio, es el cine, (referencia de tu escrito) ya que como espectadora entras y sales por la puerta principal con una conexión hacia lo cotidiano, hacia la vida y eso es muy válido, porque allí en el cine hay infinitas imágenes y crónicas repetidas por y en disímiles visiones. Además como lector, me atrapa cuando te vas a tu terruño y charlas con lo infancia de una forma muy especial, ya que no se nos puede olvidar que eres periodista; por lo tanto, los finales en tus crónicas no son cuentos y menos de palomas, como decimos en nuestra tierra. Bien, por los temas, son universales –vida, muerte, amor, desamor- pero todos están contenidos en cómo lo digo-escribo. Eso es bueno dejándose fluir y luego el oficio. El trabajo de ser crítico de lo ya dicho-escrito… Bien amiga eso por supuesto lo sabes pero Cide hoy es instante para muchos y yo me refresco siempre con mi herencia latente.
Un abrazo
Milagro Haack

Nota:
Felicitaciones por tu logro: El libro.

Anónimo dijo...

yo la llorare, esperando que sea dentro de muchas decadas..! Y las ideas dejalas fluir... eso es lo emocionante, y por eso me divierto mucho cuando leo las lineas que escribe con tanta descripcion del contexto...! saludos... =P

JP

PD: ¿Cuando vamos al BRAMASOLE?