El tipo, la línea

Este es “el tipo”. Un cierto tipo que aparece y se esconde en un mundo caótico, suburbano. Ante la mirada del espectador puede convertirse en un santo o un diablo, pero sigue siendo “el tipo”. El tipo de la barba que acompaña los recuerdos de infancia y las aventuras recientes.
De sus sueños, Juan Quintanillo extrae las montañas nevadas, los cuernos y narices rojas, hombrecitos recién escapados de un cuento que anhelan la redención. En sus aventuras, los hombrecitos cobran vida para dejar huellas inexorables. Se disfrazan, juegan a ser otro y se reflejan en el propio espejo.
De su empeño, la línea. La línea que Juan ha trabajado desde hace varios años y que se muestra ahora como parte del todo para formar una obra lúdica y figurativa.
Cada tipo está ubicado en su mundo, como El Principito de Saint-Exupéry; mientras Juan reivindica el uso de la línea en el dibujo más contemporáneo.


*Texto para la exposición Barba Santa, de Juan Quintanillo
(Galería Zukai 21/05/10)